Dibujo de Fiona Martínez (nov 09)

sábado, 18 de diciembre de 2010

Pejcao con esencia de ppt



Ingredientes:

> Un pedazo de papel
< Un lapicero de mina dura
> Un lapicero de mina blanda
< Una goma de Nata de Milán
> Efectos de Power Point

Se toma el pedazo de papel y con la ayuda de una escuadra y de un cartabón se trazan unos rectángulos paralelos y equidistantes (al gusto, para mi cuatro es el número idóneo).

Con el lapicero de mina dura se dibuja el pejcao, de un trazo, esto es, con línea contínua. Terminado lo anterior soltamos delicadamente el lápiz de mina dura y con la misma mano cogemos el lápiz de mina blanda. Repasamos la silueta apretando mucho la mina sobre el papel (es aconsejable ladear la cabeza y sacar la lengua, sale mucho mejor!!)

Quitamos el precinto de celofán de la goma de nata y borramos los trazos que hay entre los rectángulos, sacudiendo las virutas resultantes y procurando no emborronar el dibujo (y si eres de los que sprefieren soplar las virutas cuidado con los salibazos).

Conectamos el escáner, abrimos el software de gestión correspondiente e introducimos el papel. Escogemos la función de convertir el dibujo en un formato gráfico, extensión "jpg", clicamos intro, intro, intro, intro e intro, aceptando cualquier cosa que nos propongan y esperamos unos minutos para que el cacharro obre el milagro con nuestro pez. Otra alternativa es convertirlo en extensión "gif", pero queda más pesado, lo cebamos de bytes innecesariamente.

Minutos después, abrimos un documento nuevo de Power Point e importamos el pejcao, convertido en "jpg". Encuadramos, procurando que el pez nos quede bien ajustado en los márgenes del documento, abrimos las barras de herramientas de edición y de imagen y aplicamos efectos, formas y colores de Power Point para darle vidilla a ese pez en blanco y negro, un tanto mustio.

Y llegados a este punto sólo queda imprimir el pejcao, salpimentar al gusto y... Bon appétit !!!


miércoles, 15 de diciembre de 2010

Yo quiero ser Hank Moody



Si tienes alrededor de los cuarenta años deberías ver Californication. Si eres tío deberías ver Californication. Si te gusta la música rock, si te gusta leer, tomar copas, divertirte, si te gusta el sexo, escribir, si te gustan las drogas, si te gusta la vida bohemia deberías ver Californication... y si cumples con todo lo anterior querrás ser el protagonista de la serie: Hank Moody o, cuando menos, verás en él tu Alter Ego.

Si eres chica y te has sentido ofendida por la exclusiva mención al género masculino en mi párrafo anterior, quizás baste decir que Californication podría ser el equivalente a "Sexo en Nueva York" o a "Mujeres desesperadas" pero en con un enfoque muchísimo más viril; pero vamos... años luz!!

Yo, al igual que Hank Moody también preparo esa atmósfera necesaria para escribir mis gilipolleces y también consumo sustancias estupefacientes que aceleren mi riego sanguíneo, mi pulso cerebral y que estimulen mis neuronas... bueno, si a un té con leche a unos pedazos de chocolate se les puede encasillar en ese tipo de sustancias.

En enero estrenarán la cuarta temporada. No veo el momento. Si por alguna extraña e incomprensible razón eres de los que aún no ha visto ningún episodio estás a tiempo de redimirte y ponerte al día, sólo tendrás que dedicar parte de tus vacaciones navideñas a deleitarte con esta serie... y que le zurzan a los regalos. O de veras necesitas otra corbata???

martes, 9:04 h (por ejemplo)



Se despertó entrada la mañana, con la habitación iluminada por el sol tibio invernal. Se estiró, bostezó emitiendo un sonoro "ahhhoá" y se rascó virulentamente su enmarañado cabello. Volvió a estirarse, esta vez con ganas, comprobando hasta que punto podían dar de sí sus músculos. Miró hacia la ventana y una vez más pensó "de hoy no pasa que llame al persianista, cada mañana lo mismo".

Un minuto después se incorporó, se sentó sobre la cama, aún adormecido y tras unos segundos buscó las zapatillas a ciegas, tanteando el suelo con sus pies. Cuando por fin se calzó, se levantó, se rascó el trasero y se dirigió a la ventana, para correr las cortinas, abrir las hojas y dejar que el aire helado y cortante invadiera y purificara la habitación. Se asomó a esa ventana y durante unos instantes contempló el parque que tenía frente a su piso, al otro lado de la calle, una bonita paleta de ocres, rojizos y verdes otoñales.

Una vez en la cocina comenzó su santa rutina: poner una cafetera, un par de rebanadas de pan en el tostador, cortar un tomate en rodajas para las tostadas y pelar alguna pieza de fruta. Hecho esto se encaminó hacia la puerta del apartamento y recogió del felpudo el diario que cada mañana le dejaban al cual llevaba suscrito algunos años.

Leyó las noticias deportivas mientras desayunaba y se terminaba su primer café. De vez en cuando se sonreía para sus adentros, gesticulaba, chistaba o dejaba escapar algún "...pero que cabrón". Se preparó una segunda taza y tras el primer sorbo pasó a las noticias locales. Un rato después, con el segundo café terminado cerró el periódico, dejándolo sobre la mesa de la cocina. Recogió los utensilios del desayuno y los depositó dentro del fregadero.

Entró en su habitación, glaciar, tan purificada como las ancianas de comunión diaria y una vez más se asomó a la ventana, miró de nuevo a los árboles, respiró hondo un par de veces y la cerró. Se descalzó y se metió en la cama. Agarró las ropas y se tapo hasta el cuello, sientiendo el confort y el placer inmediato de una cama fresca. Cerró los ojos y lo último que pensó fue "en cuanto me levante llamo al persianista".

martes, 14 de diciembre de 2010

Mi rincón


Como algunos de vosotros ya sabéis, desde hace poco nos hemos mudado a un nuevo barrio, a un piso con más habitaciones, más metros, más espacio. Un hogar donde las personas, muebles, juguetes, biberones, pañales, libros, discos y un par de guitarras podamos convivir en algo parecido a un hábitat armonioso.

Quiero presentaros mi rincón, esos dos metros cuadrados que me reservo para mi; una pequeña isla donde tendré mis ratos de relax y lectura; donde escucharé música, escribiré mis sandeces, veré jugar a mis hijas y, lo más importante, me echaré unas siestas de escándalo!!!!

Con este escribujo doy por inaugurado "mi rincón".

(perdonadme si en la foto no irrumpe una botella de champagne atada a una cinta roja, deslizándose y estrellándose contra el sillón, pero ejjjque luego tendría que limpiarlo yo mismo y el sillón quedaría pegajoso... con lo que mola!!)

viernes, 25 de junio de 2010

Renfe patrocina: "Sopa de Caracol"

Resulta que la “sopa de caracol”, como la canción del mismo título que hace algunos años sonaba en cualquier emisora a cualquier hora, al igual que Teruel… pues existe. Y además está deliciosa. No voy a escribir mucho sobre esta tapa típica de Jaén con la que acompañan a las cañas, tan sólo mencionarlo; pero me viene bien para dar entrada a este artículo y escribir un rato mientras el tren me devuelve a Madrid.

Hummm… y si escribo de lo cómodo y molón que es viajar en tren en detrimento del avión???

(por favor, si estás leyendo esto y trabajas en Renfe, mándale un email al responsable de marketing de tu compañía para lea este articulillo y que me pongan un banner en mi blog y así me saco unos euretes, a no ser, claro está, que seas uno de esos Kamikazes que se dedican a cruzar las vías del tren en las estaciones)

Valga como ejemplo este mismo viaje: Madrid- Jaén. Llego a la estación, que está en el mismo centro de la ciudad a la que puedo acceder de mil formas y todas rápidas y baratas. Nadie me cachea ni me soba los michelines, no me descalzo ni me quito el cinturón ni tengo que enseñar a nadie mi maleta para que se entretenga observando mi habilidad revolviendo calcetines y calzoncillos con otros enseres personales. Desde que entro por la puerta del tren hasta que me siento apenas transcurren unos segundos y me ha dado tiempo a dejar mi maleta en la repisa que tengo justo encima de mi cabeza y a sacar de la misma los artículos con los que me entretendré durante el viaje. En este caso un cuaderno, mi ordenador portátil y el cable “para enchufarlo”!!!!!!!… porque es que esa es otra ventaja, buenísima y estupenda: dispongo de un enchufe para recargar el ordenador o el teléfono móvil, el secador de pelo o la termomix. Y durante todo el viaje puedo tener encendido el ordenador, mi consola de juegos, el móvil, el eBook y nadie me dice que tengo que apagarlo cuando me acerque a la ciudad de destino, ni pedir permiso ni nada parecido. El asiento es ancho, el baño es más grande que el de mi casa (aunque eso para quienes lo conocéis sabéis que no es difícil) y tiene una cafetería en la que si te lo propones puedes incluso jugar al mus mientras te tomas unas cervezas…

Inciso retrospectivo: ahhhh… aquel viaje a Alicante, en el que durante las cuatro horas de viaje Bonfiglio, Ángel, Óscar y yo jugamos aquella memorable partida!!!!

Lo mismo es esto que viajar en avión, lo mismito!!!

Si viajo en avión tengo que personarse una hora antes del vuelo, me miden y me pesan la maleta para ver si se excede unos gramos de lo reglamentario y así me pueden rejonear un poco, por cierto… alguien tiene una tabla con los kilos que cada compañía permite facturar???? Es que mi memoria es muy limitada. En el aeropuerto sí me obligan a medio desnudarte (aunque eso me encanta, algún día se me va la pinza y les enseño más de lo que quieren ver), me cachean, me hurgan en la maleta, me mangan el líquido de lentillas o el desodorante (no vaya a ser que me dé por asear o limpiarle los ojos al piloto!), si no he sido de los primeros en entrar al avión probablemente me colocarán la maleta donde a la azafata le salga de los huevos, me embuten en mi asiento en el que apenas me caben las piernas y si el pasajero que tengo delante le apetece reclinar su asiento y me pone el respaldo en el pecho… por no hablar de la comida infame que ofrecen envuelta en tres metros de plástico y con otros tantos sobrecillos de papel, del tamaño del baño, del tiempo de espera dentro del avión hasta que el piloto aparca, del tiempo que tienes que esperar tu maleta en la cinta, mientras apuestas sobre si llegará o no y en las condiciones en las que lo hará (cuando menos sucia), etcétera!!

Que sí, que me ha quedado un escribujo tedioso y pesao, pero es que estoy muy quemao con los aviones, los aeropuertos y la madre que los parió!!!

Larga vida al tren!!!!

miércoles, 23 de junio de 2010

Flashes de Estambul



El repentino despertar en mitad de la noche, rozando el amanecer, cuando un almuecín llama al rezo y me hace dudar en mi estado de somnolencia: no sé si arrodillarme y presentar mis respetos a Alá o arrancarme por bulerías. Confundido, trato de distinguir si lo que escucho es un rezo o a Camarón de la Isla en su cante desgarrado; aunque bien podría llamarse Camarón del Bósforo!!

El espectáculo de los mercados, del bullicio, de vendedores vocingleros envueltos en un millón de colores, de las especias y de las sedas, a cual más vivo y más bravo.

Los olores intensos de los dulces, de las especias, de las comidas de los puestos ambulantes o de las caballas recién pescadas que se asan en parrillas junto al puerto y que la gente come en bocadillos sentados en minúsculos taburetes. El sabor denso de los zumos de granada y de naranja recién exprimidos.

Calles abarrotadas de gentes que caminan con paso rápido, a cualquier lugar, en un caos ordenado; mientras los comerciantes me abordan, me saludan y me hablan en cualquier lengua hasta acertar con la mía. Me atosigan tratando de que les compre una alfombra, una vasija, una lámpara de latón y vidrio o para que cene en su restaurante.

Un tranvía moderno y nuevo, de trazado elegante y aerodinámico que me recuerda a un delfín se desliza suavemente sobre los raíles cruzándose en su camino con otro tranvía -que bien podría estar expuesto en algún museo del ferrocarril- y que a duras penas se desplaza sobre las vías, con un traqueteo enfermizo. Como si de una metáfora se tratara, los tranvías transportan pasajeros que muestran la transición entre generaciones y costumbres, entre el opaco velo y un ombligo joven que de forma bien visible luce un brillante piercing.

Monumentos, mezquitas y palacios centenarios que invocan al pasado, a los orígenes de Europa y Asia. Azulejos de dibujos geométricos y vistosos colores que adornan el rincón más inesperado. Joyas pesadas y recargadas y un diamante tallado del tamaño de una ciruela que habla de un imperio, del esplendor y la opulencia de siglos mejores.

La imagen en la retina de un puente sobre el mar, infectado de pescadores que día y noche proyectan sus cañas mientras los vendedores ambulantes les ofrecen té caliente y roscas de pan, con la mezquita de Aya Sofía como telón de fondo.

La amabilidad de la gente que en más de una ocasión me acompaña hasta el sitio por el que pregunté como ir. A un baño turco, por ejemplo, donde recibo una friega en condiciones y un masaje doloroso y reconfortante. Y al salir entrego la propina solicitada a hurtadillas, de contrabando.

Un almuerzo tardío en la misma orilla del Bósforo, al calor del Sol, en un restaurante de moda donde los jóvenes turcos acuden para dejar que tarde del domingo se extinga perezosamente. Risas, cigarrillos, coqueteo, hamburguesas y cervezas frías.

La vista panorámica de la ciudad desde un azotea, en la terraza de un restaurante vanguardista ubicado en una calle céntrica y comercial donde cada fin de semana dos millones de personas pasean y hacen sus compras.
Anochece, y al igual que el día, mi viaje también finaliza; y desde esa terraza contemplo un horizonte de tejados viejos y deteriorados, de antenas, de banderas turcas que ondean orgullosas y de las cúpulas de las "mil y una" mezquitas que hay en la ciudad.

martes, 30 de marzo de 2010

Mi Yo-PocoYó


No ha quedado mal, verdad?

Las cejas son mejorables (las mías, las del muñecajo son perfectas), pero el resultado, en líneas generales, es más que aceptable.

Ahora sólo me falta diseñarme bajo el aspecto de un Clic de Famobil el de un Geyperman y encontrarme con alguna Barbie despistada por el camino.

Saludos a todos!!

miércoles, 24 de marzo de 2010

Cenayuno de Cantimpalo



Amigos, lo que a continuación os voy a contar os resultará difícil de creer, pero sucedió tal y como lo relato.

Noche del jueves 18 de marzo, llega Helen a casa y me pregunta: "te has comido todas las lentejas o quedan las justas para que pueda cenar?"

- Si les echas un poco de arroz te queda una buena ración; contesté yo.

Total, que salí de casa para ver el partido de fútbol (uno cualquiera) con Juanma -cañas mediante- y, concluido el partido, para disfrutar con alguna banda tocando en directo en el Honky. Que si jajá, que si jijí, que si blanco que si negro... volví a casa a eso de las tres.

Al volver, y aquí revelaré algunas de mis costumbres, cumplí con mi procedimiento habitual: me duché para quitarme el pestazo a garito cerrado, nicotina y el olor a fritanga de panceta del bar de las cañas, me puse un pijama limpio, puse un DVD de Fraiser en la tele y comencé a preparar mi "cenayuno". Esa cena tardía o desayuno tempranero con el que suelo aplacar mi estómago antes de entregarme y recrearme con mis dulces (discutible) sueños.

Andaba yo friendo huevos y patatas cuando me dio por levantar la tapa de la cacerola donde alguna vez hubo lentejas y...

¿¿¿¿qué me encuentro????

Los trozos de chorizo de Cantimpalo y la morcilla de Burgos, intactos, solos y abandonados. Ya os lo dije, os avisé... sé que resulta difícil de creer, pero sí, Helen cenó las lentejas dejándose el chorizo y la morcilla.

Claro, que yo encantado de la vida, nada mejor para acompañar a esos huevos con patatas.

Estoy o no estoy de suerte, amigos?

domingo, 31 de enero de 2010

Viaje al Centro del Útero



Verdad que parece la fotografía de un fragmento de la Galaxia?

Estoy convencido de que hubiese dado el pego, si no hubiera añadido el cohete! Aunque la aeronave resulta más propia de Wallace y Gromit que de Amstrong, Aldrin o Collins... además, para pocas expediciones galácticas deben estar los mencionados comandantes a sus ochenta y tantos inviernos!!

De lo que no soy capaz es de concretar -ni disponiendo de las coordenadas y de los planos apropiados- que parte del Sistema Solar (o estelar), Cosmos o Barrio Intergaláctico refleja la foto; principalmente porque más que de un Cosmos se trata de un Microcosmos.

Es un... "Viaje al Centro del Útero".

Si todo va bien y no hay imprevistos la expedición durará nueve meses. El cohete es un monoplaza, diseñado con power point y pilotado por un único astronauta (o astronautillo), cuyo sexo no sabremos hasta que concluya su viaje.

Desde aquí, planeta Tierra, población de Madrid, le esperamos impacientes y con los brazos bien abiertos!!!

Te deseo que tengas un feliz, tranquilo y cálido viaje, mi querido y diminuto aventurero.

lunes, 25 de enero de 2010

Aquel "Suculento Desayuno"

Hace ya algunos años, cosa de cinco o seis, decidí embarcarme en la aventura de rodar un cortometraje, mi primer corto (y único hasta la fecha). La verdad es que no tenía experiencia alguna en ese terreno, sólo una tremenda ilusión y muchas ganas de hacer algo en ese mundillo del cine que desde bien jovencito me apasiona.

El corto, "Suculento Desayuno", se rodó durante un fin de semana. Puse la casa patas arriba, moviendo muebles, llenando las habitaciones con cables, focos, micrófonos, pantallas y toda la cacharrería necesaria.

Finalizado el rodaje comenzó lo más laborioso, el arduo e hinóspito camino de la edición. Cuando llevaba una parte editada el ordenador se infectó con un virus. Traté de recuperarlo, los intentos fueron vanos. La diñó. Perdí todo el trabajo realizado hasta la fecha... y no, no tuve la precaución de ir creando copias de seguridad.

Suculento Desayuno” nunca vio la luz y siempre lo he lamentado; una espinita clavada. Mi pesar es por el grupo de amigos a quienes embarqué en mi aventura, que colaboraron con ilusión y esfuerzo, aportando sus ideas y su creatividad y cuyo trabajo no se vio recompensado.

Esta entrada del blog es mi reconocimiento a esos amigos: Gerardo, Javi, Juanma, Cova, David, Héctor, Javito, Abraham, a los actores Juan y Verónica y, por supuesto a Helen, que respondieron a mi llamada de una forma fiel, incondicional, desinteresada y contagiosamente motivadora.

Espero que estas fotos que he colgado nos sirvan, cuando menos, para recordar los buenos ratos vividos. Mi agradecimiento infinito.



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martes, 12 de enero de 2010

La mejor Nochevieja, la del 30

Quedamos para jugar el partido y si llueve nos tomamos un par de cañas, pero sólo un par que "hoy quiero volver pronto a casa"....

Las palabras malditas fueron pronunciadas; consecuentemente del dicho al hecho fue mucho trecho (pero que mucho).

La imagen es una cualquiera de las que tomé regresando a casa, ya estrenado el día. Algunos establecimientos levantaban sus cierres, otros estaban siendo limpiados y acondicionados para su apertura inmediata y en este, ya abierto, los más madrugadores tomaban el primer café de la mañana, cosa que también hice yo.

Entré, di los buenos días y pedí uno de los inmensos copos de nieve que vi tras el cristal; la camarera me dijo que para copo el que llevaba yo, que sólo servían café y bollos y que a lo sumo podría elegir como acompañar mi café: con nata, cacao, azúcar glaseado o con unos chisbis (virutas multicolores de aspecto pegajoso y dulzón que ni ahora ni nunca he sabido como se llaman). Creo que tomé un simple café con leche, estaba convencido de que después de haber estado toda la noche a base de zumo de naranja y vasos de leche templada no convenía mezclar, a buen seguro que los chisbis me sentarían mal.

Si para Javi López, Juanma mi hermano Pablo y un servidor la noche del 30 fue la más propicia para celebrar el 2010, por qué no podría felicitaros el año un 12 de enero???

Feliz Año a todos, majetes.

viernes, 8 de enero de 2010

Navidades en Newbridge, CO Galway (Irlanda)

Desde hace algunos años parte de las vacaciones navideñas las pasamos en Irlanda. Y el mismo día de Navidad, es decir, el 25 de diciembre (por si me lee algún pagano), vivo unas de las horas más apacibles, reconfortantes y hermosas del año.

Además de que mi familia irlandesa es propensa al buen humor y a disfrutar de la vida como si cada segundo vivido fuera el último -lo cual ayuda lo suyo (o un huevo)- me centraré en contaros los pequeños placeres carnales y mundanos de tal día: tras comer pavo asado con salsa de pan y cebolla o salsa de arándanos; lacón con salsa "gravy"(elaborada con el propio jugo de la carne) y todo tipo de verduras, beber buen vino en abundancia, y engullir dos trozos de los típicos pasteles navideños con el té... con mucho disimulo y casi de puntillas me retiro a un saloncito pequeño que hay en la parte más aislada de la casa, pongo la butaca al lado de la chimenea y durante tres o cuatro horas me entrego a la lectura de mi novela, interrumpida por siestas intermitentes, ronquidos y reguerillo incluidos.

Al principio tenía cargo de conciencia, pero la segunda vez que Helen entró en el saloncito y tras mesarme el cabello me obsequió con una copa de vino y un par de canapés, mi conciencia se tranquilizó. De hecho estoy considerando mangar uno de los carteles de "no molestar" la próxima vez que pernocte en algún hotel para llevármelo a Newbridge y darle uso durante estas horas que os describo.

Ah.... que regocijo el mío!!!
Es la muestra irrefutable de que la felicidad es un sumatorio de pequeños momentos y detalles.

Y sólo faltan 350 días para las próximas Navidades!!!!